viernes, 17 de septiembre de 2010

Bocetos Corporales - En el amanecer de su cuerpo.

Ella dormia, reposando su rubio cabello sobre la almohada. Respiraba tranquila sumida en sueños tranquilos. Una sabana blanca tapaba su cuerpo desnudo que se iluminaba con las primeras luces del amanecer. Era la hora perfecta y mi lapiz dibujaba sus curvas suaves con la dedicacion y el recuerdo de la noche, en esa atmosfera tranquila de sus respiracion y el rozar contra el papel como armonica melodia.

Guie mi mano en cada curva, en cada pliegue y fotografie los detalles de sus tatuajes que no habia tenido el placer de analizar en la vispera.

Sorbi un poco de cafe recien hecho, comtemplando y disfrutando el momento, ese silencio del despertar, tan solo mirandola alli, tan tranquila. Tan desconocida y tan cercana a un mismo tiempo. si recordara su nombre quizas el boceto de su imagen serena llevaria titulo. Pero su nombre en ese momento era pagana para mi y yo me alimentaba de su nombre con cada parte de mi ser.

Despertala hubiese sido cruel y mirarla era una bendicion. Errante como siempre mis pasos parecian encontrar en su esencia un sentido y un camino, mundano como la vispera, secreto como el amanecer.

Sali de la habitacion en silencio y cerre la puerta detras de mi. El comedor de mi departamento auguraba la etapa de mi vida, el eterno bloqueo, las ideas vagas y perdidas, los bocetos arrojados por doquier, las fotografias pegadas en la pared con los recuerdos de mis noches y dias. En ese caos que parecia escurrirse mi vida me encontraba placido quizas hasta feliz. Recoji unos bocetos a lapiz del suelo, amantes perdidas de noches que permanecian en el recuerdo de epocas, donde el alcohol apenas estaba entrando en mis venas y no parecia tener buen estomago para ello.

Me sente el balcon, y prendi un cigarrillo. La ciudad dormia alli abajo, y el fin de semana se mostraba aletargado en esas mañanas primaverales de fines de semptiembre. Desde aquella vista mi cabeza era un remolino incesante de imagenes, de historias que surgian de la nada y se hilaban por si solas. Conformando un plano de perfecta narrativa de sentido.

Claro, el problema era plasmarla en el papel.

Mire el boceto de aquel angel recostado en mi cama. Segui el sueño con mi imaginacion mientras dibujaba historias entre sus tatuajes. Aquellas marcas de vida que se relacionaban gritando lo que sus ojos me habia dicho la otra noche. Podia ver el camino de dolor en su cintura, diagramado en las estrellas que contorneaban sus caderas, los arabigos diseños que se perdian en su vientre, los paganos simbolos que marcaban su espalda. Aun el intricado diseño de su brazo se perdia armonico en su cuerpo. Formaban parte de ella, como si tan solo fuesen manifestaciones de su piel y no arte de la tinta de un extraño.

Un viento fresco se levanto de repente y el amanecer soleado se perdia entre una tormenta que amenazaba con arruinar el dia. Como una niebla nacida de un sueño. Senti unas manos tibias recorrer mis hombros y una aliento suave acercarse a mi oreja. No hubo palabras y aun no se necesitaban. Tan solo las dos mejillas unids sonriendo a escondidas, y mirando la ciudad despertar.

Pagana me recorrio con su brazos, una caricia suave, un abrazo que apenas perceptible llenaba mi cuerpo de sentimientos encontrados y a la vez placentero. Cerre mis ojos y me deje llevar por aquel instante, embelezado por la ternura.

No senti el momento que se alejo. Aun extasiado fue el frio de la brisa colandose por mi espalda desnuda lo que me desperto de aquel ensueño momento. Me di vuelta mirando hacia el living, esperando encontrarla alli, con su tasa de cafe en la mano, humeando y una sonrisa complice en los labios. Pero solo vi la puerta cerrarse y el rastro de su esencia revoloteando en el aire.

Todo lo que pense era en seguirla y aun asi no me movi. No sabia el ritual, no conocia aquella danza y aun asi, la bailaba con la inconciencia. Sonrei unos momentos. Con melancolia o quizas con Felicidad.

Entre y puse la cafetera a funcionar de nuevo. Me sente en el sillon y puse el boceto sobre todos los papeles y borradores. Que podia pensar? nada pues esas fugaces horas eran una eternidad casi imperceptible de mi mente, y podia arrastrarme a sentir y analizar el momento, pero no era necesiario. Sabia que habia formas de expresarlo. Abri mi notebook sobre la mesa de cafe y comence a escribir.

Quizas fueron un par de horas. no puedo precisarlo pues mis manos parecian volar sobre el teclado en una orgia de creativadad que moria en cada letra, y bocetos, imagenes mentales se refljeaban en la punta de mi lapiz.

Un frenesi un torbellino parecia consumirme completo entre las letras de mi creatividad y la esencia de Pagana latiendo sobre ellos, el boceto de la ruta de su piel haciendo eco a mis sueños.

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